Esta técnica mediante láser consiste principalmente en la aplicación de una luz sobre la piel del animal y su transformación de dicha luz en energía, en los tejidos y células del organismo, produciendo grandes efectos biológicos y beneficios. Se trata de una técnica biorreguladora, es decir, activa las células para que puedan trabajar mucho mejor. Todo ello, se traduce en una rápida curación y resolución del edema, una mejora inmediata en la circulación sanguínea local, recuperación rápida de la integridad estructural de los tejidos dañados y una reducción significativa del dolor a corto plazo.
Debido a que dispone de diferentes efectos beneficiosos, puede ser utilizado para el tratamiento de diferentes patologías animales aportando una gran ventaja. Los principales efectos son: