A todos nos suena la acupuntura y muchos creen que eso es la Medicina Tradicional China (MTC) sin embargo, esto no es así, ya que la MTC es mucho más. La milenaria MTC se basa en la observación y explica el funcionamiento del organismo de los seres vivos relacionándolo con elementos de la Naturaleza y el ciclo del día y de la noche. De ahí nació la teoría del Yin y el Yang, y de los cinco elementos (madera, fuego, tierra, metal y agua), a los cuales corresponden determinados órganos, vísceras, emociones, sabores, colores, etc. Entiende la enfermedad como un desequilibrio energético que debe encontrarse durante el diagnóstico para poder restaurar el equilibrio. Para ello se vale de diversas herramientas: la dietoterapia, la fitoterapia, la acupuntura, la moxibustión, la digitopuntura, las ventosas o el masaje Tui-Na.

Este enfoque sirve, lógicamente, no solo para el organismo de los seres humanos, sino también para el de los animales. De ahí que, poco a poco, sean cada vez más los veterinarios y otros

terapeutas especializados en animales los que se forman en MVTC (Medicina Veterinaria Tradicional China) o, al menos, en alguna de sus técnicas.

Acupuntura: no duele y sirve tanto para prevenir como para curar

No hay que tener miedo a las agujas que se emplean para acupuntura. En el caso de los animales, porque son muy finas y durante el tiempo que el animal las tiene colocadas, una media hora, se relajan y algunos hasta se duermen. Y es que, la acupuntura, además de reequilibrar la circulación de energía del cuerpo, entre otros efectos, fomenta la capacidad curativa del propio organismo e incrementa el flujo de energía, la circulación de la sangre y la mejora actividad de los órganos. Asimismo, aunque es conocida, sobre todo, por su capacidad para aliviar el dolor (permitiendo disminuir la medicación que se emplea para combatirlo), es una técnica orientada a la prevención de enfermedades. En cualquier caso, la acupuntura está recomendada por la Organización Mundial de la Salud para el tratamiento de 250 afecciones. Algunas de ellas son: osteoartritis, displasia, epilepsia, úlcera gástrica, alergias, dermatitis crónicas, cushing, diabetes, hipotiroidismo, hipertiroidismo, ansiedad, depresión, incontinencia, cistitis recurrentes, asma, problemas oculares crónicos, insuficiencia renal, etc.

Busca recuperar el equilibrio en todo el organismo, pero es, sin duda, muy útil en problemas musculoesqueléticos, como las displasias, o como parte de la rehabilitación postquirúrgica de cirugías traumatológicas. También es muy beneficiosa en problemas neurológicos por traumatismos, hernias, etc., así como en dolencias del sistema digestivo como el estreñimiento, en problemas respiratorios y en trastornos de comportamiento.

 

Fuente: https://herbolariosoldeinvierno.es